miércoles, 31 de julio de 2013

Capítulo Treinta y cinco: Fin de año.




Narra Gianna.

- ¿Entonces nos vemos directamente allí?  -le pregunté por teléfono.
- Cenaré con los Tomlinson y la familia de Des, en cuanto acabemos pasamos a por ti y así no vas sola.-contestó.
- De acuerdo, hasta luego.-hice una breve pausa.- Styles.-añadí sonriendo y pude notar que él hacía lo mismo.
- Ponte guapa, Swan.-
- Lo haré.-reí.
- Nos vemos luego que ya me están metiendo prisa.
- Está bien.
- Te quiero.-dijo y volví a sonreír.
- Y yo a ti.-colgué yo la primera.

Me dispuse a vestirme con lo que la tarde anterior había comprado: un vestido negro, de manga corta, con flores en azul clarito, escote en forma de pico y que me llegaba hasta un poco por encima de las rodillas. Lo acompañé con unos zapatos de tacón negros. Me metí al baño para maquillarme. Me puse una sombra azul en los ojos, la raya negra y rímel. También un poco de colorete y terminé de peinarme los rizos que aquella noche dejaría sueltos. Cuando acabé de arreglarme, bajé a terminar de ayudar a mi madre a poner la mesa.

Narra Liam.

Mis hermanas habían venido hasta Doncaster para la cena de nochevieja. Cenamos tranquilamente, entre charlas y risas, contándonos qué tal nos había ido durante este tiempo que habíamos estado separados. Sobre las once y media, acabamos y yo me levanté de la mesa para subir a mi habitación. Me miré al espejo para arreglarme la corbata, me estiré el chaleco gris que me había puesto y saqué el abrigo del armario.

- Pasadlo muy bien.-me dijo mi madre cuando besé su mejilla.

Me despedí de mi padre y mis hermanas, prometiendo no regresar muy tarde a casa y salí de allí. Fui hasta la casa de Taylor a recogerla para irnos juntos hasta el instituto que era donde se celebraba la fiesta de aquella noche. Me abrió su padre y le saludé educadamente.

- Pasa, hombre, no te quedes ahí. Liam, ¿verdad? –asentí entrando. Ese hombre me daba mucho respeto.- ¿Dónde vais a ir? –Oh, oh. El temido interrogatorio que los padres hacen a los novios de sus hijas.
- Van al instituto, a la fiesta de fin de año.-me salvó de contestar la madre de Tay que apareció en ese momento.- Y deja al chico, le estás asustando.-rió.- ¿Todo bien, Liam?
- Sí, muy bien.-respondí tímido.
- Podemos irnos.-dijo Tay bajando por las escaleras. Iba preciosa: una camiseta negra con las mangas largas de encaje metida por dentro de una falda de vuelo amarilla que llegaba hasta la mitad de sus muslos. Se acercó a mí y besó mis labios cortamente.- Que guapo estás.
- Tú más.-respondí y su padre interrumpió el momento carraspeando. Ambos nos sonrojamos y tras despedirnos, pusimos rumbo al instituto.

Narra Destiny.

- Vamos, Des.-dijo Wen entrando en mi habitación. Aun estaba terminando de arreglarme.- Mamá nos está esperando abajo.
- Un minuto.-terminé de echarme rímel y me miré una vez más al espejo.

Para esta ocasión había elegido unos pantalones largos negros ajustados que acompañé con un top en fucsia y unos botines del color del pantalón. Saqué la americana negra del armario, cogí el bolso y ambas bajamos. Cruzamos la calle las tres juntas hasta la casa Tomlinson. Wen llamó al timbre y fue Lotte la que nos abrió y nos invitó a entrar. Saludamos a las pequeñas que andaban de arriba para abajo correteando como siempre y en seguida mi hermana, Lotte y Fizzy se fueron juntas a charlar.

- ¿Estás de cocinero? –pregunté.- ¡Qué peligro! –dije asomándome por la puerta de la cocina con mi madre al lado.
- Suele ser Harry el ayudante pero aun no ha llegado.-me contestó Louis que vestía un pantalón granate y una camisa blanca junto, cómo no, unos tirantes.
- Anda, será mejor que ayude yo a tu madre.-dijo mi madre poniéndose un delantal que había colgado tras la puerta. Nosotros salimos de la cocina para ir al salón a terminar de poner la mesa.
- Eh, no me ha saludado en condiciones, señorita.-dijo atrapándome desde atrás, cogiéndome de la cintura. Me giré para mirarle y besarle.- Mucho mejor.-sonrió y retiré el resto de pintalabios que le había dejado.

Narra Zayn.

- Jess, Zayn ha llegado.-le avisó su madre cuando me dejó entrar. Esperé unos minutos hasta que la vi aparecer en el salón.
- ¿Qué tal estoy? –dijo girando sobre sí misma.- Me siento rara con la falda.-rió. Llevaba una falda de tubo marrón hasta las rodillas acompañada por una blusa beige y zapatos de tacón haciendo juego con esta.
- Estás muy guapa.-dijo su madre.
- Eso se queda corto.-susurré mirándola y su madre me dedicó una sonrisa: me había escuchado.
- Venga, iros ya que al final vais a llegar tarde.-nos dijo. Ella y Jess se abrazaron, se puso un abrigo largo que la llegaba hasta por encima de las rodillas y agarré su mano para salir de allí.
- ¿De verdad estoy bien? Las chicas fueron las que me convencieron de dejar los pantalones por una noche.-dijo mientras caminábamos.
- Entonces, tendré que agradecérselo cuando las vea.-dije sonriéndole.

- El traje te sienta bien.-comentó después de unos segundos de silencio. Sonreí de nuevo.
- Sabía que tú ibas a ir preciosa así que, tenía que estar a la altura.-contesté.

Narra Rebecca.

- Coge algo de abrigo, hace bastante frío fuera.-me advirtió mi madre.
- Sí, mamá.-respondí sacando una gabardina del armario. Era lo único que quedaba medianamente bien con el vestido que llevaba: de color azul, sin mangas, abombado desde la cintura hasta las rodillas.

Sonó el timbre y bajé rápidamente por las escaleras con cuidado de no caerme. Allí estaban ya Liam, Tay y por supuesto, Niall con un pantalón de vestir gris oscuro, un polo burdeos y una chaqueta gris también.

- Vamos tardona.-me dijo Tay y me despedí de mis padres y mi hermano.
- Calla, tonta.-le regañé y besé a Niall. Los cuatro caminamos hasta el instituto.

Como pasaba en todas las fiestas que se hacían en el instituto, la celebración tenía lugar en el gimnasio. Estaba perfectamente adornado para la ocasión y nada más entrar, nos encontramos con el resto.

- Un poco más y no llegáis para la cuenta atrás.-dijo Jess.

Éramos menores por lo que el alcohol no estaba permitido en la fiesta pero, como excepción, había champán para brindar en la entrada del año nuevo. Los demás se habían encargado de coger copas para todos. Nos hicimos con una y Niall me abrazó de lado, pasando un brazo por mi cintura. 10. 9. 8. 7. 6. 5. 4. 3. 2. 1.

- Por el primero de muchos a tu lado.-me susurró Niall alzando su copa.
- Por nuestro particular “para siempre”.-sonreí antes de brindar.

Narra Harry.

Después de cenar, Louis, Des y yo salimos a buscar a Gianna y nos dirigimos hasta el instituto. Cogimos una mesa en la que entráramos todos y preparamos diez copas de champán para brindar cuando llegara el nuevo año. Todos gritaban emocionados, contando hacia atrás cuando llegaron las doce de la noche. Al sonar ese “uno”, Gia y yo nos miramos y, como si nos leyéramos mutuamente la mente, nos fundimos en un beso que duraría los primeros segundos de ese año que acababa de comenzar. No imaginaba una mejor forma de entrar con buen pie. Brindamos los diez, pidiendo que al año que viene siguiéramos juntos porque habíamos formado un grupo de amigos increíble.

- Me estoy asando.-comenté. Y es que en el gimnasio hacía demasiado calor. Me aparté el cuello del jersey con el dedo, intentando que entrara un poco de aire.

- Si es que solo se te ocurre a ti ponerte un jersey de cuello alto.-dijo Des y todos rieron.

La música empezó a sonar y con ello, la mayoría de la gente allí presente, enloqueció y yo fui arrastrado a la pista de baile por la mano de mi novia.

- Helen no te quita la vista de encima.-me susurró en el oído. Me giré para comprobarlo y era cierto, ella y Vanessa tenían cara de pocos amigos.
- Que mire todo lo que quiera.-respondí antes de besarla.

Narra Jessica.

- ¿Me dejas robarte a tu chico? –preguntó Des. Zayn y yo estábamos sentados en una mesa, él no era mucho de bailar.
- Claro.-reí.- Llévatelo, le tengo muy visto.
- ¡Será posible! –protestó Zayn.- Además, no sé bailar.-
- Eso no es excusa.-dijo Des.
- Ella es animadora, que te enseñe.-la apoyé. Sería divertido verle intentar coordinar dos pasos seguidos.
- Esta me la pagas.-me amenazó mientras se alejaba con Des y yo reía.

Aproveché el momento para ir a por algo de beber. Me moría de sed. A la vuelta, ví a Liam, buscando a alguien entre la multitud. Me acerqué por detrás intentando asustarle.

- ¿A quién buscas? –pregunté.-
- ¿Has visto a Taylor? –me preguntó. Fruncí el ceño intentando hacer memoria.
- No, hace un rato que no la veo, pensé que estaríais por ahí haciendo cochinadas.-bromeé pero la sonrisa se borró de mi rostro. Liam estaba serio.- Habrá ido al baño.
- ¿Tanto tiempo? Tengo un mal presentimiento, Jess.-dijo.
- Avisemos a los demás y vamos a buscarla.-propuse.

Narra Niall.

Una canción lenta cambió completamente el ambiente que había en la fiesta. Mis manos fueron a parar a la cintura de Bec y las suyas rodearon mi cuello. Nos mirábamos a los ojos mientras nos movíamos al ritmo pausado de la música.

- Nialler.
- ¿Mm?
- Siento mucho todo lo que hice respecto a.-empezó a decir.
- ¿Ya estamos otra vez con eso? –ella agachó la cabeza.- Te he dicho que no importa. No pasa nada, todo está bien, ¿no? –asintió.- Pues ya está.-besé su cabeza sonriendo.
- A veces siento que no te merezco en absoluto.-susurró apoyando su cabeza sobre mi hombro.
- No digas tonterías, ¿quieres? O entonces seré yo el que te deje esta vez.-ella sonrió levemente.
- Chicos.-dijo Jess.-siento interrumpir.-hice un movimiento con la cabeza, indicando que no importaba y siguiera.
- ¿Qué pasa? –preguntó Bec.
- Es Tay. No sabemos donde está.-dijo Liam con una cara que no nos dio buena espina a ninguno de los dos.

Narra Taylor.

Después de recibir el año, la música inundó el gimnasio y todos nos pusimos a bailar al ritmo de la música. Bailábamos mientras nos reíamos con algunos de los movimientos que los chicos hacían y lo estábamos pasando estupendamente. Me escapé un momento para ir al baño, además de que mis pies necesitaban descansar un poco. Tuve que salir del gimnasio e ir a los servicios del primer piso, afortunadamente no había mucha gente. Entré y me dirigí al lavabo a mojarme un poco la cara, allí dentro hacía demasiado calor y quería evitar marearme. Me miré en el espejo, retoqué un poco el maquillaje y me dispuse a salir.

- ¿Dónde está Payne, Taylor? –preguntó una voz detrás de mí. Decidí ignorarle y seguí caminando por el pasillo. Sentí unos pasos seguirme y me giré para encararle.
- Déjame en paz, ¿quieres? A mí y a Liam.
- Eso no te lo crees ni tú, preciosa.-me contestó.
- ¿Qué quieres de mí?
- Que seas mía.-dijo. Le noté bastante cerca de mí y fui retrocediendo, intentando escapar pero mi espalda dio con la pared.
- Ni lo sueñes.-dije firme.

Soltó una carcajada para cogerme del brazo y llevarme a la fuerza al piso superior. Intenté resistirme pero, obviamente, mi fuerza era inferior a la suya así que consiguió llevarme hasta allí. Nuevamente me encontré contra la pared pero esta vez con sus labios recorriendo mi cuello y sus manos intentando adentrarse bajo mi falda. Solté un grito, esperando que alguien me oyera y acudiera en mi ayuda.

Narra Louis.

- ¿Qué hace una chica como tú tan sola? –me puse a su lado en la barra mientras ella pedía algo de beber.
- El idiota de mi novio, que me ha abandonado.-dijo aguantando la risa.

- Pues no debería haberlo hecho.
- ¿Ah no? –negué con la cabeza.
- Cualquiera puede raptarte.-susurré en su oído.- Como voy a hacer yo ahora, por ejemplo.-ella rió y yo la cogí de la cintura, llevándola hasta la pista de baile. Bailamos un rato entre risas, besos y caricias.
- Lou.-dijo después de separarnos de uno de nuestros besos.
- ¿Qué? –pregunté a escasos milímetros de sus labios.
- Vanessa me da miedo.-pronunció.- Parece que en cualquier momento se abalanzará sobre mí y me cortará el cuello.-solté una carcajada mientras la abrazaba.
- No lo hará. Yo te protegeré.-dije.
- Hablo en serio, idiota.-dijo riendo también, dándome un pequeño golpe en el pecho.
- Yo también, pequeña.-retiré un mechón de su pelo y lo coloqué tras su oreja.- Por cierto, ¿cómo era esa canción que cantaste con Niall en el festival? –pregunté cambiando de tema.
- Creo que decía algo como so tell me boy if every time we to-o-ouch, you get this kinda ru-u-ush, baby say yeah, yeah, if you don’t wanna, take it slow, and you just wanna take me home baby say yeah, yeah and let me kiss you.-cantó.
- ¿Puedo? –pregunté mirándola, ella rió.
- Cada día eres más bobo.-dijo y volví a unir sus labios con los míos aquella noche aunque nuestro beso fue interrumpido: alguien derramó toda su bebida sobre el top de mi chica.

¡Hola chicas! Aquí estoy de nuevo con un capítulo. Espero que os haya gustado y siento decir que este será el último que suba antes de irme de vacaciones a la playa. Me voy el viernes y hasta el día 12 no vuelvo, me llevaré el ordenador por si puedo escribir en algún ratito libre pero no creo que pueda subir, aunque si puedo no dudaré en hacerlo. Después de la playa me voy unos días a mi pueblo y allí ya si que intentaré subir. Espero que si os vais también por ahí de vacaciones lo paseis muy bien y si no, pues disfrutad igualmente del verano. Muchísimas gracias. Nos vemos cuando vuelva.
Love,
Sarai.

viernes, 26 de julio de 2013

Capítulo Treinta y cuatro: Eso es todo.




Narra Niall.

- Quiero saberlo.-insistió y suspiré. ¿Y ahora qué? Si se había puesto así tan solo porque habíamos comido juntos, ¿qué iba a hacer cuando le contara lo que pasó?- Niall.-me miró fijamente.
- En realidad no quieres saberlo, no te va a gustar aunque sigo sin comprender cómo te pones así cuando sabes que estoy enamorado de ti.-la miré fijamente a los ojos. Era demasiado cabezota, sabía que no lo dejaría pasar.
- Me pongo así porque te ví tan feliz a su lado que…-no continuó hablando, agachó la cabeza, mirando al suelo.
- Bec.-la llamé.- esta cabecita le da demasiadas vueltas a las cosas.-dije poniendo un dedo en su sien.- te quiero, ¿o es que acaso no te lo he demostrado en todo este tiempo? –esbocé una pequeña sonrisa mientras ella me miraba.
- Cuéntamelo.-pidió.- Sé que si no me lo dices, nada podrá ser como antes.- Eso era justo lo que no quería. Deseaba volver a tenerla como hasta hacía unos días así que no tuve más remedio que acceder.
- ¿Estás segura? –pregunté.

- Completamente.
- Está bien. Verás, Natalie…-empecé a hablar.

Narra Jessica.

- Así no llegarás tarde a clase.-dije.
- Ja-Ja-Ja que graciosilla eres tú, ¿no? –dijo queriendo parecer enfadado.
- Anda no te enfades, si es por tu bien.-le abracé por detrás y besé su mejilla.
- Ahora no me vengas con besitos para intentar arreglarlo.- Se estaba haciendo el duro y solté una risita.
- ¿Seguro que no funcionan? –besé esta vez su cuello y después su mandíbula.
- Ag.-exclamó.- está bien, tú ganas.-dijo poniendo las manos en alto. Reí y le besé esta vez en los labios.- ¿Te apetece venir a cenar conmigo hoy? –propuso.
- ¿A tu casa?
- No tonta. Fuera. No sé.-se encogió de hombros.- vamos a algún sitio, yo pago.
- Uh, si es gratis vamos entonces.-dije tirando de su mano, haciendo que se levantara de la cama.

Narra Liam.

Acompañé a Tay a su casa cuando terminamos de dar aquel paseo que se había visto ligeramente amargado por la aparición de Justin.

- Llevas un rato muy callado, ¿en qué piensas? –me preguntó pasando su brazo por mi cintura.
- No es nada.-dije quitándole importancia.
- Te conozco, así que no digas que no es nada.-resoplé.- Ya sé, sigues dándole vueltas al mismo tema, ¿verdad?
- No puedo evitarlo, compréndeme.-dije. Ya estábamos en la puerta de su casa.- Quiere alejarte de mí y parece dispuesto a todo.
- No puede obligarme a separarme de ti. No se lo voy a permitir.-dijo cogiendo mi cara entre sus manos.- Y tampoco quiero que hagas ninguna tontería.-desvié la mirada a un lado.- Liam, prométeme que no haras ninguna locura.-pidió haciéndome que la mirara de nuevo.
- Lo prometo.-dije finalmente, ella sonrió.
- ¿Nos vemos mañana?
- Claro.-sonreí también antes de juntar nuestros labios.- Te quiero.

- Y yo a ti.

Narra Rebecca.

- Está bien. Verás, Natalie…-empezó a hablar. Ahora que había conseguido que me lo contara no estaba tan segura de querer saberlo.- es mi amiga desde que íbamos a la guardería, nos llevábamos genial, siempre estábamos juntos o en mi casa o en la suya y bueno, cuando nos mudamos aquí pues seguimos en contacto aunque claro con la distancia es más difícil seguir siendo tan amigos como antes.-hizo una pausa.- Yo volvía a Mullingar cada verano y en las vacaciones de Navidad, y quedábamos para vernos, nos fuimos haciendo mayores, entrando en la adolescencia y -le escuchaba atentamente.- nos liamos un par de veces. Yo la veía solamente como una amiga pero no era igual al revés, ella me confesó que estaba enamorada de mí y me pidió algo.
- ¿El qué? –pregunté.
- Quería que fuera conmigo su primera vez.-Abrí los ojos como platos.
- ¿Lo hiciste? –él asintió.
- La quería mucho, no del mismo modo que ella a mí pero no podía negarme a una cosa así, así que sí, lo hicimos. Fue con ella con quien perdí mi virginidad y bueno, desde entonces, aunque nunca llegamos a ser más que amigos, eso nos unió más. Y eso es todo.-terminó.- No creí necesario contártelo, son cosas del pasado, no he tenido nada con ella nunca y menos estando contigo así que no tienes derecho a enfadarte conmigo.- Y tenía razón.

Narra Louis.

Aparqué el coche en frente de mi casa, la ayudé a bajar y la acompañé a la suya para que dejara la maleta que había traído. Estuvimos un rato charlando con su hermana y su madre hasta que se hizo la hora de la cena. Como era de esperar, había aceptado a venir a mi casa. Cuando se cambió de ropa bajó, nos despedimos de las dos y salimos a la calle para cruzar y llamar al timbre. Fueron las gemelas las que nos abrieron la puerta.

- Niñas, ¿no os he dicho que preguntéis antes de abrir la puerta? –las regañó mi madre desde la cocina.
- Son Louis y Des.-gritó en forma de respuesta Daisy.
- Hola pequeñas.-las saludó ella, soltando mi mano para agacharse hasta su altura, ambas la abrazaron y luego Phoebe se la quedó mirando.
- ¿Porqué Lou y tú os dais la mano? Creía que eso solo lo hacía con nosotras para que no nos perdamos.-dijo la pequeña. Escuché las risas de mis otras dos hermanas desde el salón.
- Porque no quiere que Des se pierda, ¿no Louis? –dijo Lotte.
- Muy graciosa.-le recriminé. Miré a mi madre como pidiéndola ayuda que había salido de la cocina.

- ¿Entonces por qué es? –preguntó Daisy. Las niñas y sus “porqués”.
- Eso, venga, Lou, explícaselo.- Y ahora la que faltaba.

Narra Destiny.

No podía evitar reírme ante la cara que Louis había puesto con las preguntas de las gemelas pero decidí que ya lo había pasado suficientemente mal y salí en su ayuda.

- Veréis pequeñas, ir de la mano es.-pensé las palabras.- una muestra de cariño.
- ¿Entonces es porque te quiere? –preguntó Daisy y yo miré a Louis.
- Exacto.-contestó él.
- A Harry también le quieres porque es tu amigo y no le das la mano.-dijo Phoebe y todos nos echamos a reír.
- Basta de preguntas por hoy.-intervino Jay.- Vamos a poner la mesa, la cena está casi lista.

Entre todos pusimos la mesa y después nos sentamos a cenar. Fue una cena bastante divertida ya que al parecer, a Phoebe no le había sido suficiente aquella explicación y seguía insistiendo en por qué Harry y Louis no iban de la mano y nosotros sí.

Narra Zayn.

Las vacaciones estaban pasando demasiado deprisa y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos a 30 de diciembre. Estuve toda la mañana de un sitio a otro, ayudando a mi madre a hacer la compra para la cena de fin de año. Me dejó, por así decirlo, la tarde libre así que pensé en llamar a Jess y quedar un rato con ella.

- ¿Tienes un rato libre para salir a dar una vuelta con tu chico? –le pregunté.

- Negativo.-contestó.- Las chicas y yo hemos quedado para ir de compras, ya sabes, para la fiesta de mañana.
- Que peligro tenéis las cinco juntas en el centro comercial.-comenté y al instante escuché su protesta al otro lado del teléfono.- Vale, vale, lo retiro.-reí.-
- Así mucho mejor.
- No te entrengo más entonces, pásate por casa si quieres cuando vuelvas.
- Si no se me hace tarde, lo haré.-sonreí.
- De acuerdo. Pasadlo bien.-nos despedimos y colgué.

¿Y ahora qué? En realidad me apetecía salir un poco a tomar el aire. Llamé entonces a Louis, seguramente los demás estarían también sin hacer nada y al final, quedamos los cinco. Tendríamos una de esas tardes de chicos.

Narra Gianna.

- A las cinco, ni un minuto más tarde que nos conocemos, Bec.-le dije por teléfono.
- Sí, no seas pesada. Ahora nos vemos.-y colgamos.

Dejé el móvil en la cama para buscar algo qué ponerme en el armario. Saqué un pantalón negro y un jersey azul, me vestí y después me calcé unos botines negros. Preparé un pequeño bolso con el monedero, me peiné dejándome el pelo suelto, me maquillé ligeramente y salí de casa. Caminé durante unos quince minutos para llegar al centro comercial y sorprendentemente, todas estaban allí ya.

- ¿Y hoy quien es la tardona, eh? –dijo Bec.
- Llego en punto.-les dije enseñando el móvil que marcaba las 17:00.

Las saludé a todas con un beso en la mejilla y nos pusimos con nuestra misión: encontrar modelitos decentes para la fiesta a la que iríamos con los chicos mañana después de cenar con nuestras familias.

Narra Harry.

Habíamos quedado los cinco en uno de los parques de Doncaster, estuvimos charlando un poco y al final terminamos todos en casa de Liam, jugando a la play.

- Creo que deberíamos irnos ya, te hemos invadido sin permiso.-dijo Niall.
- Dices eso porque has perdido, rubio.-le piqué. Niall había perdido contra todos al menos dos veces.
- Te gano cuando quieras, Styles.-me retó y volvimos a echar otra partida al Fifa y nuevamente gané.- Y el mejor jugador es…¡Harry Styles! ¡Oh, sí! –dije haciendo como que levantaba una copa imaginaria mientras los demás reían.

- Venga, ahora en serio, ayudémosle a recoger este desastre y luego nos vamos.-propuso Zayn. La verdad es que habíamos dejado el salón empantanado con las latas de bebida vacías por todos lados, palomitas, patatas fritas y demás. Recogimos todo entre los cinco y lo dejamos como nuevo.
- Listo.-dijo Louis frotándose las manos.- Como si nunca hubiéramos estado aquí.
- Esto tenemos que repetirlo más veces.-dijo Liam.- sin tener como excusa que las chicas nos han dejado “plantados”.

Narra Taylor.

Llevábamos dos horas dando vueltas por el centro comercial, entrando en todas las tiendas de ropa que había, buscando algo que nos fuera para la fiesta de fin de año.

- Es la última tienda que queda así que ya te puedes esmerar en ver algo que te guste.-le advertí a Bec.

Ella asintió y las cinco entramos. Cada una fue por un lado y nos reunimos en los probadores con varios conjuntos que se probó, al final, conseguimos que se decidiera por uno. Salimos de la tienda para sentarnos en una cafetería a tomar algo, estábamos agotadas.

- Entonces qué, ¿lo habéis arreglado ya? –le preguntó Des a Bec.
- Sí.-contestó con una gran sonrisa.- He sido una tonta pero, afortunadamente, Nialler me quiere tonta y todo.
- Porque es tonto también.-dijo Gia, las demás reímos y Bec le lanzó una servilleta hecha una bola.
- ¿Y vosotras qué? ¿Cómo os va con los chicos? –preguntó ella.

Hacía mucho que no nos veíamos todas y teníamos que ponernos al día, así que empecé yo contándoles todo el asunto “Justin”.

¡Hola chicas! Aquí os dejo un nuevo capítulo, al fin sabéis qué fue lo que pasó entre Nialler y Natalie... Espero que os haya gustado el capítulo. Muchisimas gracias.
Love,
Sarai.